Cómo funciona un sistema fotovoltaico interconectado a la red de CFE
1. Los paneles solares transforman la radiación del sol en electricidad, en corriente “directa”, la cual se acumula y canaliza hacia a los inversores, que convierten a corriente “alterna” para poderla inyectar a nuestro sistema eléctrico, en el centro de cargas o en un punto entre el medidor y el centro de cargas.
La energía de los paneles solares puede ser suficiente para cubrir el consumo durante algunos periodos del día.
Si sobra energía de los paneles solares, se inyecta a la red de CFE, midiéndose por el medidor bidireccional que se instala, la cual se contabiliza para restar de la consumida al final del periodo.
2. La energía que consumimos primero se toma de los paneles solares, disminuyendo la energía que tomamos de la red de la CFE, y solamente tomamos la que haga falta de la red, de forma ‘automática’.
3. Durante la noche, cuando no existe energía solar, tomamos toda la energía que necesitamos de la red de la CFE.
En caso de existir excedentes netos al final del periodo, se “guardan” en una “batería virtual” de la CFE para descontarse durante los próximos 12 meses (en caso de contrato de autoconsumo neto o net metering).
Los paneles por lo tanto no brindan una potencia fija que encienda los equipos o les suministre suficiente energía todo el día. Brindan una potencia variable conforme a la ventana solar y las condiciones de nubes y lluvia, por lo cual se complementan con la red de la CFE, la cual continúa suministrando energía y potencia conforme a las necesidades de los equipos eléctricos. Sin embargo, la CFE calcula la energía consumida (que es reducida al consumir primero de los paneles) contra la energía inyectada y cobra el restante neto, o guarda a favor el saldo de energía para futuros periodos.